Clara Nuñez, gran valedora del Valle, comienza su colaboración camino a… Fresneo. Con Piedrafita como ancla, lleva años pateando los pueblos, hablando con la gente y disfrutando de un paisaje que se le antoja incomparable. No se siente una profesional, pero sus instantáneas son verdaderos descubrimientos para los ojos avezados y un regalo generoso para las miradas alejadas.
Quién sabe hasta cuando los remozados castilletes de nuestro patrimonio minero seguirán retando solitarios nuestra historia. Quizás los proteja la proximidad de la carretera y su propia envergadura. Porque la naturaleza ha recuperado lo suyo y los montes otrora horadados por la fiebre minera ya han cicatrizado su corteza. Clara Nuñez rescata reliquias del carbón turonés.