XXII Certamen del Quesu de Urbiés

Arrancamos de viernes, con tormenta eléctrica y tromba de agua, pero volviendo a lo importante, retomamos con el pregón, a cargo de Vanesa Gutiérrez, escritora y presentadora del programa "Pieces" de la TPA, ¡¡ ah ¡¡ y lo más importante, hija y criada en el pueblín.

Arrancó la fiesta con la actuación del grupo "SWP", que por cierto, ensayan en "El Caburnu", así que la fiesta comenzaba y con participación parroquiana. A eso de las 11 de la noche, el grupo "Paréntesis" y el "DJ Esperteyu" amenizaron la noche a los asistentes hasta el amanecer; juerga, risas, bailes abundaron bajo la carpa hasta que la noche retiró su negro manto, para dar paso al día.

El sábado, suele ser el día después... después de beber, bailar, cantar y “actuar” en definitiva, ante el selecto público que se dio cita bajo la carpa, la noche anterior, en la sesión vermut, “xente hubo a pataes”. Era fácil reconocer quienes habían cometido un exceso la noche anterior y quienes se incorporaban al programa festivo, en la tarde del sábado, con tan solo observar las consumiciones... sidra o cerveza para los recién llegados y zumos y agua para los romeros del viernes.

Llegaba la hora de los concursos: tute, repostería y fotografía. Empezó a llover, así que al tute no se animó nadie pero al concurso de repostería llegaron una veintena de tartas, con la imagen del Monumento al Minero de La Colladiella, ratones dando buena cuenta de una tarta de chocolate con forma de queso, galletas artesanas, hicieron la boca agua, a los más golosones de la parroquia y cómo no, del concejo entero, mientras tanto en el exterior caía una tromba de agua que alucinaba a propios y extraños… cualquiera diría que a Dios no le gusta el Quesu de Urbiés… en el interior de la carpa, mientras tanto, un jurado compuesto por gente del pueblo, daba su veredicto y proclamaban campeones, nuevamente a dos hijos del pueblo y uno adoptado (Joan Utges, actual encargado, junto a Dani, del Albergue de Urbiés). Por su "originalidad, sabor y presentacion" los premiados se llevaron meritoriamente una bascula digital y un reloj de cocina. Hubo también buena participación y de calidad en el concurso de fotografía, los ganadores se llevaron una cámara digital, un marco digital y un mp4.

La gente, pese al temporal que sufríamos, continuaba llegando y la carpa, por momentos, parecía reducirse, porque pese a la bajada de temperaturas, cada vez éramos más los que nos encontrábamos allí, subiendo la temperatura, como calentando el ambiente para la noche.

Pese a que llegaba la hora de la cena, el ir y venir de gente hacia la “Carpa Quesera”, era incesante. Yo creo que por momentos rivalizaba con la lluvia, para ver quién podía más, “Urbiés y les fiestes” o “Dios y la climatología” y a fe que Urbiés, ganó por goleada, porque al llegar la noche, bajo la carpa no se rompía. Llegaba el momento para las orquestas “Travelling” y “Passión”… Pasión fue la que nos mostró Mónica, cantante del grupo y … otra hija de Urbiés… como veis, el regreso al calendario festivo de “Les Fiestes del Quesu”, quiso reunir en sus entrañas a toda su familia; la cercana, la lejana, la que vivía cerca pero no tenía tiempo de venir, la que vivía muy lejos y había apuntado en el calendario la fecha para recorrer cientos de kilómetros para estar presente… nadie quiso perdérselo y quien se lo perdió, sé, a ciencia cierta, que lo hizo con todo el pesar del mundo, pero… no se preocupen… esto solo es el principio de una nueva etapa.

La noche del sábado congregó a más gente que el viernes, lógicamente, los que tenían que trabajar, habían pasado por la fiesta, pero la obligación les reclamaba, pero con la promesa hecha, volvieron el sábado con la intención de seguir ahí el domingo. Hubo rifas varias, jamones que pasaron de la Comisión, a particulares, bailes del Farolillo…
 

Domingo… día del “Certamen del Quesu de Urbiés”, tercer día para los que se propusieron hacer el maratón festivo en el “pueblu, de cau a rau”. Me faltan adjetivos para explicar cómo estaba Urbiés, así que tirando de memoria televisiva y para que todo el mundo me entienda, os diré “estaba abaaarrotaooo”, la carretera con hileras de coches en los dos laterales, subían hasta la iglesia, con coches por la zona de “les colomines” y del aparcamiento del polideportivo. Cuando quise acercarme por los stands de los artesanos, me enteré de que el queso, había volado y los últimos en llegar, tenían que rogar por una tarrina. Tartas, empanadas y galletas hechas artesanalmente por los queseros, también tuvieron una gran acogida, así que, una vez visto el exterior nos dirigimos hacia en interior.

Muuucha gente, y cuando digo mucha gente, quiero decir más que mucha. El Coro Minero y el del Hogar del Pensionista amenizaron “a capella” la sesión. Entretanto tuvo lugar la clásica “Puya del ramu”, me hizo mucha gracia el calentón de los “puyaores”, puesto que si el precio de salida, eran 6 €, la siguiente puya, pasaba, en cosa de lo que tarda un formula I, en meter la segunda, a 20 €. Se notaba que la gente tenía ganas de fiesta, se sentía ganas de colaborar con la Comisión, de olvidarse de primas de riesgo, de crisis, de paro, de tristeza, de melancolías… necesitábamos sentir Urbiés como fue, un pueblo vivo, con gente, paisaje, paisanaje, historia y futuro.

Por la fiesta, también quiso acercarse la mujer de Cazorla con su hijo, y entre los ilustres hijos de Urbiés, Luis Serrano, periodista y reportero de la TPA. Entretanto, mientras departíamos tranquilamente, observando ese paisaje, hoy soleado, y con el verde subido, sus compañeros, entrevistaban a una de las artesanas que se había presentado al certamen.

Poco a poco la gente iba saliendo del polideportivo y de la carpa; llegaba la hora de comer y a fe que mucha gente, quiso hacerlo en Casa Nando, porque el restaurante, al parecer estaba de bote en bote. Con la llegada de la tarde, yo, esperaba que la cosa decayera. Domingo, de tarde y con un lunes laborable por delante, era lo que tenía, pero para mi sorpresa, cuando me acerqué para escuchar, nuevamente a “Los Corzobeyos”, que ya habían rendido visita, durante la reinauguración del “Albergue de Urbiés”, pude comprobar, que la fiesta no decaía, porque nuevamente, la carpa estaba a rebosar de gente. Volviendo a Los Corzobeyos, me gustaría recalcar, lo mucho que llega lo sencillo… tres chavales, armados con una guitarra acústica, un violín, una travesera y la voz que les sale de dentro, hacían vibrar en aplausos al público congregado, que más o menos “folki”, disfrutaron de su interpretación y … a algunos, nos quedó demasiado corta, pero también no es menos cierto que detrás volvía de nuevo “Passión”, con nuestra Mónica, deleitando a sus vecinos, con ese vozarrón.

Tengo que detenerme y hacer memoria, porque me emociono, fue tanta gente la que vi, tantas personas, amigos, familiares, conocidos y desconocidos, con los que tuve ocasión de verme, que si os digo la verdad, hubiera necesitado meses de fiesta, para poder charlar con todos, el tiempo que necesitaba, por ello, ahora, sin rematar la fiesta, dejándolo ahí, “in aeternum”, os convoco para la próxima fiesta, para que podamos seguir con la narración que ahora abandono… hasta la próxima. Allí estaremos todos.
 
Comisión de Festejos de Urbiés, junio de 2012